viernes, 12 de septiembre de 2014

Un viaje a China (III)


Tietuo, mi sombrero de Ikea y yo continuamos nuestro recorrido por Pekín entre la contaminación y el sofocante calor. Decidimos acortar en un día nuestra estancia en la capital, así que tuvimos que condensar todo lo que queríamos ver y este fue sin duda el día del viaje que más me gustó lo que vi.


El primer lugar que visitamos fue el Palacio del verano. Que está alejado del bullicioso centro pekinés y algo menos contaminado. Es con diferencia el sitio más hermoso en el que he estado en mi vida. Construido al rededor de un lago artificial, con majestuosos jardines orientales, templos budistas, pagodas, puentes imposibles, música, danzas tradicionales, señores haciendo caligrafía con agua y un sinfín de nenúfares en flor. Era lo único en el planning de lo que no había oido hablar, ni siquiera Tietuo y menos mal que me lo recomendó el chico de la agencia porque es una auténtica maravilla del mundo.





Después de comer y ver las ruinas milenarias del antiguo Palacio del verano, fuimos al ICONO con mayúsculas de la ciudad de Pekín: "El templo del cielo". Siendo sinceros, pensaba que, como todo lo que se suele vender como icónico, al final, me iba a defraudar pero no fue así. El templo del cielo es gigantesco y a diferencia de otros enclaves turísticos no estaba repleta de chinos, la entrada era un poco cara pero mereció de sobras el dinero que costaba. Ese día me enamoré de Pekín, es sin duda una ciudades más bellas del mundo y es una pena que esté tan tan tan contaminada.



Por último, Tietuo me llevó a Wangfujing Street que es la famosa calle de Pekín que sale siempre en callejeros viajeros y que es como los occidentales nos imaginamos China con sus farolillos rojos y muy bulliciosa, pero repito es sólo una calle. Pekín no se parece en nada a Wangfujing Street. Era una pena que estuviese tan lleno porque había tanta comida. Sin embargo, no pude resistirme y me "comí" dos cucarachas. Que ¡Ojo! no están malas, de veras. Saben a gamba a la plancha, pero como allí todo se come con cáscara (incluso las gambas) mi garganta no está preparada para tragarse un exoesqueleto y solo las chupaba para esculpirlas a continuación. Como las pinzas de las cigalas y las cabezas de las gambas.




Os dejo el link con la dirección del vídeo de la cucaracha. Espero que lo disfrutéis.